Crónica de una derrota anunciada

Posted by Ctrl+E | Posted in | Posted on 10:00:00 a. m.

Por David Velasco

Sucedió una vez en un país donde los hombres eran voluntariamente idiotas, que tres amigos se reunieron como era su costumbre, en la casa del que tenía el televisor más grande, para ver el partido inaugural del evento deportivo que más ha endeudado a las naciones en toda la historia (entiéndase esto como Copa Mundial de la FIFA o Juegos Olímpicos).

LA PREVIA

Aunque el partido comenzaba a las 12 del día los amigos se quedaron de ver 3 horas antes. En primer lugar para “echar desmadre” y charlar un rato, y en segundo porque ninguno de ellos fue capaz de “descifrar” la diferencia de horarios entre su país y la sede del torneo. (Nota: la diferencia es de 7 horas):

“Si allá son las 7 de la noche, ¿acá deberían ser las 12 del día no?” supuso el más reflexivo de ellos.

“Si, pero no porque en verano los días son más largos…”- Le contestó Carles, el anfitrión.


“Te equivocas, allá es invierno y los días duran menos” replicó astutamente el buen Francesco

“Nos veamos a las 9 y san se acabó” intervino al fin Manolo, y dicho y hecho se vieron en casa de Carles a esa hora.


Toc, toc…

-¿Quién es?

-¿Como que quién? ¡Nosotros! ¿Te quedaste dormido?


Y ahí los ven. Los 3 monigotes sentados en la sala de la casa de Carles. El lugar, cabe decir, era un santuario masculino en toda la extensión de la palabra. En el lapso que transcurrió de las 9 a las 12 alcanzaron a ver casi 200 anuncios publicitarios, en los cuales:

El 95 por ciento era basura en todas sus formas y colores...

Del 5 por ciento restante llamaba la atención un anuncio conducido por una bella conductora que motivaba a la gente dividir en dos partes la basura orgánica e inorgánica. Los hombres tendrían sin duda otras 2 razones más importantes para ver el comercial…

-“Cámbiale, ¡ya va empezar el partido!”

¿Y dónde esta el control?- preguntó Carles con angustia y preocupación.

Nunca lo encontraron porque estaba metido en una bolsa de frituras, así que Carles, “indignado”, tuvo que ir a presionar el botón directo del aparato (demasiado ejercicio para esas horas...)¡Si lo pierden me lo pagan!-vociferó al tiempo que ponía el canal de los deportes.


PRIMER TIEMPO

Puras idioteces dice el comentarista!- gritó Cesc

¡No, así no papá!, si no le puedes quitar el balón pégale por abajo!- berreó Carles.
Al mismo tiempo que este trío de mentecatos veían el partido y los gobernantes del país se tomaban el día libre para "apoyar a la nación" en el magno evento:

¹Un muchachito cree inocentemente que algún automovilista será compasivo y le dará algo de dinero en lugar de ir a 100 por hora para alcanzar a ver el segundo tiempo del partido…

²Una mujer sin imaginación acepta esclavizarse sustituyendo a un hombre en su trabajo…

³Los religiosos anuncian su conocido mensaje de salvación pero sólo reciben pelotazos y bulla para que se callen porque no dejan escuchar el juego…

Y los activistas exigen cambios pero no hay quien les preste atención…


MEDIO TIEMPO

El periodo de hipnotización entra en “Pausa”. El fútbol no es tan acaparador, regala 15 minutos para que los fans hagan sus necesidades y vayan a comprar todo lo que los patrocinadores oficiales de la selección están anunciando. Alguien formula la primera pregunta humanista del dia:
¿Y cómo han estado?
Hasta la pregunta suena extraña para quien la formuló…
-Pues como tú, viendo el partido…


SEGUNDO TIEMPO
-Peligro de gol, viene el 9 de los contrarios, ya dejó a Lucas, centro al area chica…, cabecea el 8, rechaza Corona, le rebota al defensa, y ¡oh no! ¡autogol!
Los 55 millones de hombres idiotas del mismo país saltan y vociferan al unísono provocando que la tierra se mueva y que se produzca un sismo de 2.1 grados en escala de Richter.
¿Alguien sintió eso?
El mini-sismo provoca que el mueble de la TV se desacomode. Para nivelarlo antes, Carles había colocado un librito titulado “El homo videns” de un autor italiano de apellido Sartori. Cosas de la vida, el librito que antes cumplía su labor de sostén ahora simplemente no era suficiente para acomodar el mueble.
-¿Tienes otro de esos libros?
-Si, en esa caja hay uno, pero no uses las revistas de fútbol, pon el libro de la portada rosa, es uno bien grueso, dice algo de ética y posmodernismo o algo así… ese sí va a ajustar bien.
Para algo bueno sirvió aquel libro pensó Carles, no recordando que hace muchos años un profesor le invitó a leerlo para hacer un análisis. Jamás lo leyó, pues bajó un resumen de la Internet. Jamás hizo el trabajo, ya que en el mismo sitio hay apuntes, trabajos, ensayos, monografías (con fuentes incluidas por si hay sospechas de plagio).



TIEMPO DE COMPENSACIÓN

-Encara el 7 de los nuestros, gambetea, ya lo dejó atrás, sigue, no ve a nadie a su alrededor, ¡está solo, sólo, sólo, sólo! ¡pero no hay nadie que lo acompañe!

El partido en sí era una decepción, Francesc seguía con la esperanza del empate, Carles se preguntaba que había sido de su control remoto al tiempo que Manolo contestaba una llamada telefónica.

-Ya me voy, chavos- les dice Manolo en tono de preocupación.

-Quédate, ya se va a acabar esto- conteta Carles sin voltear a verlo.

-Internaron a Claudia en el hospital, por lo del bebé, no creo que sea grave pero tengo que ir.

Así se deshace “la tercia de los machos” y los otros dos permanecen en silencio, y sin saber que decir, echados en el sillón, en medio de un basurero creado por los platos, bolsas de frituras y vasos a medio terminar.

-¿Acabando esto echamos una cascarita?- Pregunta Cesc

-Ni ganas tengo, mejor pásame ese otro libro, ya se me acabaron las servilletas…

COMENTARIOS FINALES

Este es su espacio. Critiquen, comenten, escriban y tecleen lo que les gustó y lo que no, lo que no entendieron y lo que les pareció simpático, lo que ustedes quieran.

Comments (1)

muy buena publicacion... no se xq me parece familiar xD donde habré visto eso antes???? no lo se... aunq una aclaracion, en estos tiemppos no solo son hombres, tambien hay mujeres, niños, etc......

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